Qué hacer si roban tu identidad

Siguiente
Christian Ali Bravo

Actuar rápido y con acciones concretas puede reducir el impacto de este delito. En este posteo, te contamos qué pasos debes dar para evitar pérdidas de dinero y hasta posibles consecuencias legales.

El robo de identidad sucede cuando un criminal utiliza información personal como contraseñas, números de identificación, tarjetas de crédito o datos bancarios para hacerse pasar por la víctima en cuestión y cometer fraudes en su nombre. Incluye desde la solicitud de préstamos, a retiros de dinero no autorizados y compras online.

No es todo: para la víctima puede haber consecuencias a mediano plazo, ya que podrían ser consideradas responsables de las acciones de los criminales y luego ser investigadas por las agencias de aplicación de la ley.

Por todo esto, es necesario tener bien claro qué hacer si roban tu identidad, para minimizar el impacto: cómo saber si fue robada, con quién debes contactarse, qué medidas puedes tomar. Todos estos interrogantes, los responderemos a continuación.

Señales de que tu identidad fue robada

Existen diversas señales que pueden dar cuenta del robo de identidad, como por ejemplo:

  • Recibes facturas o llamadas de cobros por transacciones que no realizaste.
  • Evidencias movimientos financieros extraños o la apertura de cuentas que no reconoces.
  • Entidades financieras te niegan un crédito sin motivo alguno.
  • Te informan que tu número de identificación fue usado en trámites oficiales que no realizaste.
  • No puedes ingresar a tus cuentas o recibes notificaciones de restablecimiento de clave que no solicitaste.
  • Desde tu correo o en las redes sociales existen mensajes que no escribiste.
  • Se evidencia actividad en dispositivos desconocidos en tu cuenta de Google, Apple, etc.

Pasos a seguir si tu identidad fue robada

Ahora bien, una vez que confirmas que tu identidad fue robada, es clave que tengas claro qué acciones concretas debes realizar para mitigar el daño. A saber:

  • Avisa a tu entidad bancaria

Un buen primer paso es contactar a tu banco a fin de bloquear tus tarjetas y cuentas comprometidas. De hecho, una buena medida preventiva para este tipo de casos es activar las alertas en tiempo real dentro de las apps bancarias para detectar movimientos sospechosos e indeseados.

  • Reporta al servicio comprometido

Muchas veces, la identidad puede ser robada en cuentas de Google, Facebook, Instagram o WhatsApp. Por eso es clave dar aviso del robo de identidad, sobre todo porque ellos podrán ayudarte a recuperar la cuenta o bloquear el ingreso del atacante.

  • Cambia tus contraseñas

Otra acción que debes hacer de inmediato es actualizar todas aquellas contraseñas que sean críticas, como por ejemplo de tu homebanking, correo electrónico y redes sociales. ¿Un tip? Emplea contraseñas robustas y únicas, y activa el doble factor de autenticación.

  • Realiza la denuncia en organismos oficiales

Es importante que efectúes la denuncia a las entidades encargadas de los delitos cibernéticos. También es aconsejable alertar a la Policía local.

  • Documenta todo lo que puedas

Este paso es muy útil para realizar la denuncia, como para demostrar tu inocencia respecto de ciertas acciones fraudulentas. Por eso, efectúa capturas de pantalla, de correos, de mensajes o de cualquier otro contenido que sea evidencia del fraude.

  • Informa a tus contactos

Esto es esencial para evitar que tu entorno caigan en otro tipo de fraudes que se realicen en tu nombre (pueden llegar por correo electrónico, redes sociales o WhatsApp).

Contenidos recomendados:
Robo de identidad: una forma de delito en crecimiento
Qué es el robo y suplantación de identidad

Cómo los cibercriminales roban tu identidad

Otro arista a tener en cuenta es entender cómo los cibercriminales obtienen toda la información que luego emplean para robar la identidad de sus víctimas. A continuación, repasaremos las vías principales:

  • Filtraciones de datos

Esta es una de las principales fuentes que abastece al cibercrimen de datos sensibles y valiosos de las víctimas. Y hablamos de información confidencial realmente, como contraseñas y datos financieros, que luego (como ya mencionamos), pueden ser utilizados en actividades fraudulentas. De hecho, muchos ciberatacantes compran paquetes de identidades completas en los mercados clandestinos de la dark web.

  • Phishing

Es muy común que los ciberatacantes contacten a sus víctimas por correo electrónico, simulando ser una entidad bancaria, plataformas de e-commerce o cualquier otra entidad de renombre. Su objetivo es engañar y manipular con el fin de que las personas entreguen voluntariamente sus credenciales de acceso, claves y hasta datos financieros.

  • Redes sociales

Un uso descuidado de las redes sociales también puede entregar al cibercrimen la información necesaria para llevar a cabo el robo de identidad de sus víctimas. Es muy común que las personas compartan en ese tipo de plataformas datos sensibles como fecha de nacimiento, número de teléfono, domicilio y ubicación, entre otros.

  • Redes Wi-Fi

Conectarse a una red pública también tiene su lado B, ya que los actores maliciosos podrían interceptar esa conexión y obtener muy fácilmente datos bancarios, claves de acceso y demás. Estos ataques suelen ser altamente efectivos y muy difíciles de detectar, dado que la información es interceptada sin que sea percibido.

  • Robo físico

Hoy parece que toda nuestra vida entra en la palma de nuestra mano. Más concretamente en nuestro teléfono móvil. Por eso, en caso de que el dispositivo caiga en las manos equivocadas, puede derivar en que el cibercriminal acceda a toda la información disponible: aplicaciones, correos electrónicos, mensajes, notas y mucho más…

Solo en 2024, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos recibió más de 1,1 millones de denuncias de robo de identidad. ¿El resultado? Pérdidas financieras por más de 12.500 millones de dólares.

¿Cómo evitar el robo de identidad?

Por último es importante poner el foco en la prevención, concretamente en aquellas acciones que pueden mitigar el riesgo de ser víctima del robo de identidad:

  • Usar contraseñas fuertes

Contar con credenciales robustas y únicas para cada cuenta y servicio debe ser prioritario. Y para reforzar este punto, es ideal utilizar el doble factor de autenticación.

  • No compartir datos personales

Es fundamental tener bien en claro que no debes compartir datos personales ni confidenciales. Las entidades bancarias y cualquier otro tipo de servicio legítimo nunca solicitan claves ni información sensible por mail, llamada o correo.

  • Publicar con cautela en las redes sociales

También vale tener cautela con lo que se publica en redes sociales, poniendo especial foto en no compartir información sensible como fechas, direcciones, teléfonos, documentos de identidad, pasaportes o información bancaria. ¿Un tip? Limitar quién puede ver tus publicaciones y ajustar las configuraciones de privacidad.

  • Navegar de manera segura

Una buena forma de evitar la infección con malware (que puede derivar en el robo de datos personales) es no visitar sitios webs sospechosos, ni hacer clic en enlaces de dudosa procedencia, ni descargar archivos adjuntos de correos. En este punto, también es importante no conectarse a redes Wi-Fi públicas, o en tal caso, hacerlo con una VPN.

  • Implementar las actualizaciones

Los cibercriminales también se valen de vulnerabilidades en el sistema, para ingresar y obtener información valiosa. Allí radica la importancia de estar al día con los parches de seguridad y las actualizaciones de software.

  • Contar con una solución de seguridad

La prevención frente al robo de identidad empieza por cada acción que tomes, pero contar con una herramienta de seguridad confiable puede ofrecer un respaldo adicional. Algunas soluciones ayudan a supervisar la información personal y alertar sobre posibles riesgos antes de que se conviertan en un problema.

Por ejemplo, ESET Identity Protection incluye funciones como monitoreo de la dark web, notificaciones sobre brechas de datos, seguimiento de informes crediticios, protección de la identidad en redes sociales y asistencia en la recuperación de cuentas o billeteras en caso de pérdida o robo. Estas funciones no reemplazan las buenas prácticas de seguridad personal, pero sí ofrecen una capa extra de protección y tranquilidad.